El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha emitido el informe favorable para que se construya en la Central Nuclear de Almaraz (CNA) un Almacén Temporal Individualizado (ATI) en el que se conservará el combustible gastado en los dos reactores nucleares de la planta, un material que hasta la fecha se almacena en las dos piscinas de combustible existentes en la instalación.
El ATI consistirá en la construcción de un muro de protección y un losa sísmica en la que se podrá albergar un máximo de 20 contenedores con el combustible gastado. La nueva instalación ocupará 2.649 metros cuadrados de superficie pavimentada y deberá estar construido en el primer semestre de 2018.
Se trata de una solución transitoria mientras se clarifica la construcción de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) que almacene todos los residuos radiactivos de alta actividad de las centrales nucleares españolas, un proyecto que está rodeado de polémica y arrastra un notable retraso.
Los grupos ecologistas ya han dado la voz de alarma mostrando una vez más su oposición a la construcción del ATI, pues creen que su puesta en marcha garantizará que CNA funcione más allá de la que era a priori su vida útil (40 años). Están convencidos de que el ATI se construye para garantizar esa continuidad y no para facilitar el desmantelamiento de la planta.
Existe disparidad de criterios sobre el margen que tienen las piscinas de combustibles actuales para ser completadas al 100%. Las fechas de los titulares de la central nuclear han variado últimamente y no coinciden con las que manejan los que se oponen a la continuidad de la factoría energética.
El permiso de explotación de CNA finaliza en junio de 2020 y en caso de ser prorrogado el funcionamiento de la central se prolongará hasta 2030.
