Monumental escándalo en torno a uno de los pocos productos extremeños que parecían convivir con la tecnología punta. Hablamos del móvil extremeño de la empresa Zetta, un proyecto puntero liderado por dos jóvenes extremeños y un chino que había recibido las alabanzas de todos, que se había encauzado como un notable negocio y que había recibido el beneplácito de la Junta de Extremadura, dispuesta a ayudar económicamente a una empresa regional en un campo en el que la región nunca ha existido.
Se vendía a precio de ganga. Era un smartphone que, según sus creadores, había sido creado en Extremadura, si bien se fabricaba en China porque, según decían, aún no contaban con una planta de fabricación en nuestra comunidad autónoma.
Pues bien, el escándalo se ha desatado poco después de que uno de los fundadores de Zetta concediera una entrevista a El Español. A raíz de ahí, varias personas denunciaron a través de distintos foros que el móvil era en realidad totalmente chino. Del escándalo se hizo eco ayer El País y otros medios de tirada nacional. Ahora, ya está en todos los rincones.
Al parecer, la empresa extremeña no fabricó nada. Se dedicaba a comprar móviles chinos de la marca Xiaomi (unos 100 euros) y venderlos aquí (por unos 300). El negocio era redondo.
El móvil no era un producto de diseño extremeño, no se fabricaba aquí, no se ensamblaba en España y, según se apunta, ni siquiera el aparente software novedoso era propio. En definitiva, lo único original era cambiar la manzana mordida de Apple por la bellota mordida de Zetta, icono bien propio de Extremadura. La versión extremeña de Apple, como algunos denominaban, se ha quedado en nada.
La organización de consumidores Facua ya ha afirmado que se trata de un fraude y que los compradores de los móviles deberían reclamar su dinero. Además, ha pedido que actúen en el caso la Fiscalía y la Junta de Extremadura.
