El sindicato agrario UPA-UCE Extremadura ha emitido una nota de prensa en la que niega que en el seno de la organización se haya cometido delito alguno y en la que se asegura que “no hay caso”.
La Guardia Civil detuvo ayer a varios dirigentes regionales de la organización, incluyendo a parte de la cúpula con el secretario general, Ignacio Huertas, a la cabeza. Se investiga si el sindicato se ha financiado ilegalmente a través de subvenciones europeas que estaban destinadas a actividades de formación.
UPA-UCE asegura en su nota que tiene una total “tranquilidad y confianza”, afirma que nadie en la organización ha cometido delito alguno, que todo está en regla y que no ha habido financiación ilegal.
Además, la organización se queja de las formas empleadas por la Guardia Civil, que ayer irrumpió en las sedes de UPA-UCE en Mérida, Badajoz, Cáceres, Plasencia, Coria y Talayuela.
La organización afirma que las ayudas llegaban directamente desde Bruselas a los agricultores y que UPA-UCE no organizó ningún engaño a sus afiliados.
Desde el sindicato se ha pedido hoy la libertad inmediata de los dirigentes agrarios detenidos, entre los que se encuentran Ignacio Huertas, máximo responsable de la organización en Extremadura desde hace 12 años, y el también histórico líder agrario José Cruz.
