PP, Ciudadanos y GIPN deciden incumplir la ley

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Partido Popular, Ciudadanos y Grupo Independiente por Navalmoral (GIPN) decidieron anoche incumplir la ley al votar en contra de una moción presentada por el Grupo Municipal Socialista para cambiar la nomenclatura de 14 calles de Navalmoral con el fin de ajustar las mismas a la Ley de Memoria Histórica vigente en España.

La moción solo contó con el apoyo de los ediles del PSOE y el concejal de Extremeños. El representante de IU-Los Verdes se abstuvo al considerar la moción propuesta por los socialistas como insuficiente. Esta formación había presentado una moción sobre el mismo asunto que recogía más calles y más medidas para el cumplimiento de la ley actual, pero a última hora decidió retirarla.

Los 5 concejales del PP, los 2 de Ciudadanos y los 2 del GIPN decidieron obviar la legislación vigente en España y se opusieron al cambio de nombre de las calles. Los populares pidieron antes que se retirara la moción porque no estaban de acuerdo con la forma, algo que el portavoz socialista, Iñaki Rodríguez, consideró “una forma de excusarse para no participar en el debate”.

La portavoz popular, María Milagros Rodicio, dijo no estar en contra del fondo de la moción, pero consideró que es el equipo de gobierno el que tiene que cambiar los nombres de las calles y que la Ley de Memoria Histórica tiene que cumplirse de forma íntegra, apoyada por un informe jurídico y con un catálogo cerrado de calles y no poco a poco como se está haciendo. En esto último, Rodicio tiene toda la razón.

El debate entre los ediles con la Guerra Civil y la Dictadura en el foco del mismo fue, por momentos, triste y corto de miras. Hubo tensión entre los concejales y entre el público, con personas a favor y en contra de la propuesta socialista. Incluso, un par de integrantes del público se permitió el lujo de decir “¡Arriba España!”. Como si el salón de plenos se hubiera convertido en un pasaje de una España en blanco y negro.

Los independientes moralos

Mención aparte merece el Grupo Independiente por Navalmoral. Porque sus dos ediles fueron el día y la noche.

Por una parte, la elegancia de Agustín Carreño, que se mantuvo en un sepulcral silencio durante el debate mientras IU pedía que se retirara el nombre de su padre, Agustín Carreño, a una de las calles de Navalmoral. El edil rompió su silencio en el turno de ruegos y preguntas. Lo hizo cargado de sentimiento y sinceridad, al borde del llanto, para pedir que se quitara la calle a su padre porque no estaba dispuesto a escuchar todo aquello. Fue el momento más emotivo y humano de la noche.

Por otra parte, Ángela Miguel, que en varias de sus intervenciones estuvo muy cerca de la apología del franquismo y que exhibió la tropelía intelectual de afirmar que no sabía qué méritos había hecho en vida Rafael Alberti para tener una plaza en Navalmoral, a la par que votaba a favor de que el General Sanjurjo y Queipo de Llano conservaran las suyas.

La negativa de PP, Ciudadanos y GIPN a la moción socialista llama la atención porque el PSOE había depurado muchas calles que podrían concitar dudas, entre ellas todas las relacionadas con personas de Navalmoral, que podrían perfectamente merecer sus calles más allá de su adscripción política.

Calles en solfa

Por lo tanto, los ediles que se opusieron a la moción votaron a favor de que se conservaran las 14 calles dedicadas al Capitán Haya, Comandante Vázquez, García Morato, General Aranda, Queipo de Llano, General Sanjurjo, Onésimo Redondo, Regimiento de Argel, Teniente Campos Villa, Teniente Coronel Jesús Rodríguez Vivas, Teniente Coronel Puga Noguerol, Paulino Uzcudun, Ramón Franco y Ruíz de Alda.

Ninguno de los ediles que votó en contra entró a valorar las calles. Nadie mencionó los méritos deportivos de Paulino Uzcudun o el puesto privilegiado de Ramón Franco y Julio Ruiz de Alda como pioneros de la aviación española e integrantes del vuelo histórico protagonizado por el ‘Plus Ultra’. Los 3 podrían tener calle en Navalmoral por méritos propios más allá de sus ideas políticas, pero nadie mencionó ni siquiera sus méritos. El debate nunca fluyó por esas alturas.

Además, la moción socialista proponía fijar una placa en las inmediaciones del Cementerio Municipal para reconocer a las víctimas de la Guerra Civil y convocar la Comisión de Honores y Distinciones para que, asistida por el Cronista Oficial de la Villa de Navalmoral -Domingo Quijada-, dictamine el nuevo nombre de las calles citadas.

Al final, todo quedó en nada y los presentes pudieron asistir a uno de los plenos más bochornosos que se han vivido en el Ayuntamiento moralo en el siglo XXI. Aunque vista la sesión de anoche parecía que no habíamos llegado todavía a la mitad del siglo XX.

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