El pregonero Fernando Pizarro se vuelca con el Carnaval y recuerda a la vecina atropellada

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El alcalde de Plasencia y presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (FEMPEX), Fernando Pizarro, ha sido el encargado de pronunciar el Pregón del Carnaval 2015. En él, ha ido desgranando su cariño por Navalmoral y su fiesta grande y su conocimiento de ambos. Ha ofrecido el pregonero guiños literarios, históricos e incluso uno político. Ha recordado que un 13 de febrero, como hoy, pero de 1956 fue el día más frío del siglo en España y ha definido el Carnaval como “la fiesta de la libertad, de la alegría ciudadana, de romper el silencio y disfrutar, de llenar las calles de color, de desorden ordenado y de olvidar los desengaños”. 

El pregonero ha tenido un emotivo recuerdo, cargado de sensibilidad, para Julia Criado, la vecina de Navamoral que falleció ayer tras ser atropellada por una furgoneta.

Éste es, íntegro, el Pregón que ha abierto el Carnaval 2015: 

“Moralos y Moralas, gracias por estar aquí, vuestra presencia da sentido a este pregón que pretende ser un resumen de las excelencias de este municipio, un lugar donde nadie es extraño, donde todos hoy somos Carnaval.
Gracias al Alcalde por permitirme ser el pregonero de una de las fiestas más importantes de Extremadura y de uno de los carnavales más importantes de nuestro País.

Un privilegio y una responsabilidad que me brinda la posibilidad de hablar como presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura, en un lugar que adoro, en el que tengo amigos de siempre y para siempre, porque para un Placentino, Navalmoral es una ciudad hermana y la imagen que se viene a nuestra mente cuando hablan de carnaval no es otro que el carnaval de Navalmoral.

Hoy es 13 de febrero. Por cierto, un día como hoy en 1956, fue el día más frio del siglo en España. También un día como hoy en 1880 el rey Alfonso XII firma la ley de abolición de la esclavitud en Cuba. Es, por tanto un buen día hoy para iniciar la fiesta de la libertad, de la alegría ciudadana, de romper el silencio y disfrutar, de llenar las calles de color, de desorden ordenado y de olvidar los
desengaños.

Un día como hoy de 1837 moría en Madrid, Mariano José de Larra, el escritor costumbrista español, que escribió “ en el mundo todo es máscara, todo el año es carnaval” pero con el respeto que tengo a Don Mariano (Larra se entiende) le faltó conocer nuestro carnaval. Larra no sabía que placentinos y moralos nos sacamos los jarapales para disfrutar de la fiesta y si nos entra el ajino salimos a que nos dé el aire, y que aquí nadie se enmascara porque carnaval es mucho más.

Quien no entienda esto, no va a entender que esta fiesta es una de las más grandes de Extremadura, no porque sea de Interés Turístico Regional, que lo es desde 1986; sino porque esta fiesta esta hecha de sentimientos y de historia.
Esta es su mayor grandeza, la intangible, la que los moralos y moralas llevan dentro, un sentimiento tan grande que no se puede entender Navalmoral sin carnaval, ni moralos sin carnavales.

Las raíces de un pueblo son tan profundas que ni los malos momentos las secan; forman parte de la razón de ser de cada individuo y se convierten a través de las tradiciones populares en la exaltación conjunta de una forma de vivir. Eso es, entre otras muchas cosas, el carnaval de Navalmoral de la Mata.

Es tanta la fuerza del carnaval que nada ni nadie consiguió pararla, ni gobiernos ni el tiempo, porque para eso los moralos tenéis ingenio, convirtiendo el carnaval en Fiesta de Invierno o de
primavera según tocara el momento.

Es tanta la pasión, que hablar de Carnaval es hablar de Navalmoral y más para los que vivimos en el norte de Extremadura. Este Carnaval es el Carnaval de todos, porque no hay sitio más hospitalario en la región que la puerta de Extremadura, donde el extranjero es moralo nada más llegar.

Navalmoral es ese lugar donde si no se es moralo de nacimiento, se es de pensamiento y quien lleva a Navalmoral en el pensamiento lleva Carnaval en el sentimiento. Los sentimientos no se hablan, no se explican, se sienten y yo hoy me siento CARNAVAL, no cualquier fiesta, hoy soy CARNAVAL DE NAVALMORAL.

El Carnaval de Navalmoral es tan grande que es capaz de conjugar tradición y modernidad en un sólo gesto. Con trajes de morala y fantasía, las reinas representan el ayer y el hoy de una villa, sana y fuerte, orgullosa de sus raíces, mirando al futuro con la fuerza que la historia y las leyendas han dejado en el corazón de cada uno de los moralos. Desde la Venta del Moral, que sea leyenda o realidad, ha formado parte de la historia hospitalaria de este lugar.

Venir a Navalmoral en Carnaval es ver sin soñar unicornios y centauros, mosqueteros o payasos, mujeres barbudas y bebés cincuentones. Cada uno es lo que quiere o quizás lo que nunca había pensado. El Carnaval de Navalmoral es color y belleza, máscaras y amigos, días de trabajo y convivencia, entusiasmo y alegría que se contagia a quien visita.
Navalmoral en carnaval abandona la preocupación y vive la fiesta; los caminos del Arañuelo se tiñen de colores. Vamos a relajarnos y vivir el carnaval.

Ya nos dijo Federico Gacía Lorca: “desechad tristezas y melancolías, la vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar” no nos queda otra.

Y como dijo Larra: “vamos Bachiller a las Máscaras”. Pero esta vez a las buenas, a las de verdad, a las de Navalmoral. Vamos a los desfiles del domingo, disfrutemos de la libertad de la noche del lunes, comamos perrunillas y migas. El martes otra vez a desfilar, descansemos y disfrutemos mientras siga caliente el último rescoldo de la sardina “que estos carnavalitos son pa nosotros, el año que viene serán pa otros”. 

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