La Junta quiere elaborar un plan de desarrollo en la comarca ante el posible cierre de CNA

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La Junta de Extremadura está dispuesta a abordar la elaboración de un plan de desarrollo para la comarca del Campo Arañuelo como paso previo a un hipotético cierre de la Central Nuclear de Almaraz (CNA), según ha avanzado hoy en Navalmoral José María González Mazón, coordinador de Adenex e integrante del Movimiento Ibérico Antinuclear, en el que se integra el Foro Antinuclear Extremeño.

El Movimiento Ibérico Antinuclear, que aglutina a España y Portugal, quiere un cierre escalonado de todas las nucleares españolas desde 2020 (la primera en cerrar sería Almaraz) hasta 2024 (la última sería Trillo) coincidiendo con el final de los permisos de explotación de cada una de las factorías energéticas. Mientras, el PSOE a nivel nacional, si llega al poder, apuesta por un cierre escalonado que finalizaría en el año 2028 y que en el caso de Almaraz I sería en 2021 y en el de Almaraz II en 2023, coincidiendo con el final de la vida útil de cada central.

Esa opción, sin embargo, se desvanecería de gobernar el PP, que ha dejado muy claro que está dispuesto a ampliar a 60 años la vida útil de las centrales, por lo que no se cerraría ninguna.

ATI como mal menor

Junto a González Mazón han estado hoy presentes en la rueda de prensa el físico Francisco Castejón y Paca Blanco, ambos de Ecologistas en Acción.

Todos ellos se han mostrado favorables a la construcción en Almaraz de un Almacén Temporal Individualizado (ATI) para almacenar los residuos de alta actividad, los que más perduran en el tiempo. Pero no como una gran solución, sino como un “mal menor” y siempre que se construya una vez se decida desmantelar la instalación y nunca antes de que se tome tal decisión.

Castejón y González Mazón han explicado que desmantelar la central llevaría alrededor de 15 años y no supondría un golpe para los empleos de la zona, ya que el desmantelamiento implicaría utilizar una plantilla semejante a la actual y que buena parte de los trabajadores que se utilizarían serían los mismos que hoy ya trabajan en la instalación nuclear.

Problemas de seguridad

Francisco Castejón ha sido muy crítico en materia de seguridad respecto a CNA, a la par que ha asegurado que los ecologistas “no queremos volver a las cavernas”, indicando que a día de hoy “se podrían cerrar todas las centrales nucleares sin que hubiera ningún problema de abastecimiento energético para España y Portugal”.

Respecto a la seguridad, Castejón ha reincidido en criticar a CNA, de la que ha dicho que tiene un problema “endémico” que reside en el agua de servicios esenciales, imprescindible para que los elementos esenciales de seguridad de la planta estén en funcionamiento y que incluyen, entre otros elementos, las bombas de refrigeración del circuito primario, según ha explicado, sin las cuales el calor de la reacción nuclear no podría extraerse, tal y como ocurrió en el accidente de Fukushima.

Desde el Movimiento Ibérico Antinuclear se ha recordado que ya ha habido fallos en dos piezas de dos bombas, piezas que son comunes a las cinco bombas existentes, y que los informes positivos de la empresa francesa Areva, asegurando que no existen problemas en la central, han perdido crédito al saberse que dicha empresa ha falseado más de 500 protocolos de seguridad.

Un sistema de reparto caciquil

Castejón ha lamentado también el modo como se reparte el dinero de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) entre los municipios del entorno más próximo a las centrales nucleares -un radio de 10 kilómetros-, asegurando que el dinero llega a los ayuntamientos y estos lo reparten de un modo que implica un sistema propio “del caciquismo más antiguo y rancio”, creándose así lo que ha llamado “un monocultivo económico subvencionado” que genera una dependencia total de la central y del reparto del dinero, arbitrario en muchas ocasiones, por parte de los políticos.

Por ello, ha apostado por otro modo de repartir el dinero basado en la presentación de proyectos económicos concretos que puedan ser subvencionados y que lleven riqueza real a las zonas nucleares.

 

 

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