Liberbank, entidad bancaria de la que forma parte Caja de Extremadura, quiere desprenderse de 525 trabajadores a través de extinciones voluntarias de contrato, bajas incentivadas a las que podrían acogerse, en principio, trabajadores que hayan nacido en los año 1956, 1957 y 1958. Es decir, que en 2017 cumplan 59, 60 y 61 años.
Las extinciones voluntarias de contratos se enmarcan en el ERE que la entidad bancaria anunció el viernes, si bien ha sido hoy cuando se ha sabido el número de puesto de trabajo que el banco quiere eliminar.
Además, Liberbank propone reducciones de jornada/salario de entre el 10 y el 13,5%, según cada territorio, y favorecer la movilidad geográfica, dos medidas que comenzarán el 1 de julio de 2017 y se extenderán hasta el 31 de diciembre de 2019.
Frente a algunos sindicatos del Comité de Empresa que se han mostrado favorables a la propuesta, la Confederación de Sindicatos Independientes de Cajas y Afines (CSICA) ha asegurado que se trata de una “cifra bestial” de destrucción de empleo, ha indicado que “no existe justificación alguna” para las medidas propuestas, ha arremetido contra el resto de sindicatos por propugnar un sindicalismo “dócil y ramplón” y ha advertido de que va a luchar para “evitar esta tropelía”.
Liberbank propone un ERE mixto y basa su decisión en causas económicas y organizativas.