No hay palabras para definir el servicio que Renfe está prestando a la provincia de Toledo y a la región extremeña. Trenes accidentados por culpa de pasos a nivel sin barreras altamente peligrosos (aquí ADIF tendría mucho que decir) o trenes que se averían un día sí y otro también. Cuando no es una cosa es la otra, pero lo cierto es que los usuarios extremeños se pueden contar como pasajeros de tercera en el marco ferroviario español. Y a Renfe por un oído le entra y por otro le sale.
Hoy, más de lo mismo: ¡160 pasajeros tirados en la estación de Torrijos (Toledo)! A las 5 y media de la tarde. En plena ola de calor veraniega. Con 40 grados sobre sus cabezas.
El tren cubría el trayecto Mérida-Madrid cuando se ha averiado y los pasajeros se han tenido que bajar en la estación de Torrijos, donde han permanecido una hora hasta que ha llegado el siguiente tren. Más de uno ha tenido que viajar desde allí hasta Madrid de pie porque el tren no daba de sí ante tanto pasajero.
El incidente ha llegado 2 días después de que otro tren se quedara tirado a 30 kilómetros de Madrid. Fue el 14 de julio. El convoy cubría el trayecto Badajoz-Madrid cuando los bajos de uno de sus vagones se incendiaron en pleno descampado. Y los pasajeros se quedaron en medio del campo 2 horas bajo un sol de justicia. Hasta 3 trenes tuvieron que enlazar para llegar a su destino.
Accidentes con heridos
Por si fuera poco, han sido ya varios los accidentes ferroviarios registrados este año en la línea que une Extremadura con Madrid.
El 22 de enero un tren se llevaba por delante a un vehículo en un paso a nivel sin barreras. Fallecía el conductor. Sin heridos en el tren.
El 3 de marzo el conductor de un camión fallecía tras ser arrastrado por el tren regional, en el que hubo que atender a 9 heridos.
El 28 de junio, el tren colisionó esta vez con un tractor. El tractorista quedó mal parado, pero sobrevivió. Varios pasajeros del tren resultaron heridos.
Suma y sigue. Sin que Adif y Renfe aporten solución ninguna. Mientras se marea la perdiz con el AVE, el tren de altas prestaciones, los trazados y las inversiones, el tren actual pone en peligro a sus usuarios. Y nadie le pone remedio.
