Se llama Raúl Prieto Ramírez, tiene 38 años, es de Navalmoral de la Mata y ha paseado su talento musical por medio mundo.
Ahora, ese talento se ha posado en Estados Unidos. Concretamente, en San Diego (California), lugar en el que el reconocido organista extremeño hace historia al estar en sus manos el órgano al aire libre más grande del mundo.
Prieto llegó a San Diego hace un mes para hacerse cargo del Spreckels, un órgano impresionante que tiene más de 5.000 tubos y que data de 1919. El organista moralo es el encargado de hacerlo sonar en el escenario situado en el Parque Balboa, ante un nutrido público lleno de admiración. Y él es feliz, tal y como ha asegurado recientemente en una entrevista concedida a la agencia EFE en la que se le considera el embajador musical de San Diego.
El músico extremeño deja atrás su rica carrera como concertista internacional que le llevó por medio mundo y su trabajo como docente en lugares tan dispares como Estados Unidos o Rusia. Ahora, su vida está en California, al mando del órgano a cielo abierto más espectacular que existe en el planeta. Allí recoge los aplausos del público, que se congrega en la plaza para escuchar su música cada domingo.
El artista de Navalmoral tardó un año y medio en conseguir el puesto como organista y director artístico de la Spreckels Organ Society, un puesto al que aspiraban músicos de distintas partes del mundo.
Raúl Prieto empezó muy joven con el instrumento que marca su vida y tuvo grandes maestros que le enseñaron a amar la música, maestros como el alemán Ludger Lohmann o el ruso Leonid Sintrev.
Prieto, que tocó en Navalmoral el pasado año, está haciendo las Américas de un modo distinto. Esta vez con espíritu sedentario, lejos del nomadismo de un concertista. Ahora su casa está en San Diego, ciudad a la que llegó llamado por un órgano y en la que puede desarrollar al aire libre y sin cortapisas su gran pasión.
