CNA advierte del impacto económico negativo que supondría su cierre

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Los responsables de la Central Nuclear de Almaraz (CNA) están preparados para cualquier escenario posible que se dé con la planta. Lo ha dicho hoy su director, Rafael Campos, al referirse a la posibilidad de cierre de la instalación nuclear.

Campos y el responsable de comunicación de la central, Aniceto González, han dado cuenta hoy en Navalmoral de lo que ha dado de sí el funcionamiento de la factoría energética en el primer semestre de 2018, semestre en el que Campos llegó a la dirección de CNA sustituyendo a José María Bernaldo de Quirós.

Desde CNA se ha asegurado hoy que el cierra de la central supondría un impacto negativo de 91 millones de euros para la economía española, además de la pérdida de un gran número de trabajos. No hay que olvidar que la central genera algo más de 800 trabajos directos (405 de plantilla) y casi 3.000 indirectos, a lo que se suma la contratación extra de alrededor de 1.200 personas en los períodos de recarga. La actividad nuclear deja alrededor de 45 millones anuales en la comarca de Campo Arañuelo y la región extremeña

El director ha recordado que serán las empresas propietarias de la Central Nuclear de Almaraz las que tendrán que solicitar en marzo de 2019 la concesión del permiso de funcionamiento por 10 años más (el actual finaliza en 2020).

La situación actual de la nuclear está generando serias preocupaciones en la comarca de Campo Arañuelo. Así se lo comunicaron a Campos los alcaldes de los 12 municipios del entorno más próximo a la central, alcaldes con los que se reunieron ayer los responsables de CNA en Millanes de la Mata.

Además, esa preocupación se ha trasladado a los trabajadores y familiares de la central, hasta el punto de que un grupo de ellos han creado una nueva plataforma denominada Almaraz no se cierra.

Producción en el primer semestre

La central nuclear alcanzó una producción bruta de 8.150 millones de kWh en el primer semestre del año, de los cuales 4.514,6 millones procedieron de la Unidad I y 3.635,6 de la Unidad II, que produjo menos porque en ella tuvo lugar una parada para recargar combustible que se prolongó desde el 9 de abril al 11 de mayo, recarga en la que se llevaron a cabo 20 modificaciones de diseño y más de 9.700 actividades.

La próxima recarga corresponderá a la Unidad I y es inminente. Comenzará el 29 de octubre y está previsto que dure 35 días.

Rafael Campos ha hablado también de la Misión OSART que llevó a la central almaraceña a expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA) durante 3 semanas para analizar si la instalación cumplía o no los estándares de seguridad del organismo, una visita y unas conclusiones que Campos ha calificado como “muy positivas”.

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