Algunos conductores no se cortan un pelo en Navalmoral. Es el caso de uno que hace unos días adelantó bruscamente a un coche patrulla de la Policía Local y acto seguido giró, sin muchas contemplaciones, y se adentró en dirección prohibida por la calle Isabel la Católica ante las propias narices de los agentes.
El vehículo fue interceptado en Travesía Jovellanos y de inmediato los policías pudieron advertir de que el conductor conducía con “síntomas evidentes” de haber consumido alcohol.
Así lo ratificó la prueba de alcoholemia a la que fue sometido. En un primer momento, el resultado de la misma arrojó 0,67 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y una segunda toma fijó la tasa en 0,63 cuando el máximo permitido se cifra en 0,25.
El conductor será sancionado por conducir bajo los efectos del alcohol y por hacerlo de forma negligente.